Cambio climático: una amenaza global que exige atención
El cambio climático se ha convertido en una realidad innegable que está afectando a todas las personas de distintas maneras. Este fenómeno global, desafortunadamente, ha llegado para quedarse. Mientras que las variaciones climáticas son procesos naturales que ocurren a lo largo de los siglos, la velocidad a la que la temperatura media de la Tierra está aumentando en las últimas décadas es sin precedentes. Esto se debe a que el cambio climático actual tiene características y causas diferentes a los cambios previos.
La temperatura global de la Tierra y las extremas variaciones climáticas
En los últimos tiempos, muchos de nosotros hemos notado que las temperaturas están volviéndose más extremas. Los inviernos son más fríos y los veranos excesivamente calurosos, especialmente en el hemisferio norte. A veces, estas modificaciones climáticas van acompañadas de fenómenos poco comunes, como la borrasca Filomena en 2021, que provocó innumerables daños y cubrió de nieve ciudades españolas que nunca antes habían visto un paisaje blanco.
Al observar la línea de temperatura, podemos ver que desde 1850 hasta la actualidad, la temperatura ha aumentado aproximadamente 1,5 °C. Además, en el periodo comprendido entre el año 2000 y 2020, la línea muestra un crecimiento exponencial. La línea roja, que representa la influencia de factores humanos y naturales en el cambio climático, revela que el impacto de la actividad humana ha acelerado el calentamiento global. Por otro lado, la línea verde, que representa solo la influencia de factores naturales, tiene una influencia casi insignificante.
Impacto del cambio climático en la calidad del aire
La presión desproporcionada que ejerce la actividad humana en el planeta está generando un futuro incierto e inquietante. El cambio climático se ha convertido en una amenaza importante para la salud pública a nivel global, y esto se puede observar, por ejemplo, en la calidad del aire que respiramos. Gracias a plataformas como el The World Air Quality Project, es posible monitorear en tiempo real la calidad del aire en más de 130 países a través de un mapa interactivo y miles de estaciones de medición distribuidas por distintas ubicaciones geográficas.
Desde mayo de 2007, la mayoría de la población mundial vive en áreas urbanas en lugar de áreas rurales, lo cual ha llevado a un aumento significativo en la concentración de empresas y servicios en los núcleos urbanos. Esto ha resultado en un éxodo de población a estas áreas y ha contribuido al aumento de la contaminación, los accidentes de tráfico y fenómenos como la despoblación en algunas regiones de España. Además, muchos desafíos para la salud humana están relacionados con hábitos alimenticios poco saludables y estilos de vida sedentarios.
Los efectos del cambio climático en la salud en España
Un artículo reciente del diario El País reveló que el sur de España tiene un mayor riesgo de mortalidad en comparación con el norte. Estas estadísticas alarmantes apuntan directamente a desigualdades socioeconómicas. La región sur de España suele tener condiciones económicas más desfavorables, lo que fomenta hábitos alimenticios perjudiciales para la salud y puede llevar al desarrollo de enfermedades que pueden resultar fatales, como la diabetes.
Los factores que influyen en cómo envejecemos y cuándo morimos se pueden dividir en dos categorías principales: externos e internos. Los factores externos nos afectan a todos por igual, como el lugar donde vivimos, el clima de nuestra zona y los desastres naturales. Estos factores pueden tener un impacto significativo en nuestras vidas e incluso obligarnos a hacer cambios drásticos, como mudarnos de ubicación. Por otro lado, los factores internos están relacionados con nuestras elecciones personales y nuestro estilo de vida.
Cuidar de nuestro planeta para un futuro mejor
Un cambio efectivo y duradero solo puede lograrse si las personas toman conciencia de la necesidad de actuar ahora, tanto a nivel individual como colectivo. Debemos hacer cambios en nuestra forma de vida, producción, consumo y en nuestras relaciones con los demás y con el entorno. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas brindan una guía para abordar problemas globales y locales, desde la erradicación de la pobreza hasta el combate al cambio climático.
Sin embargo, no se trata solo de tomar acciones esporádicas o participar en actividades de limpieza. Se trata de un proceso profundo de toma de conciencia que requiere un cambio real y definitivo en nuestra mentalidad y hábitos. Implica incorporar un filtro de calidad en todas las situaciones de nuestra vida, lo suficientemente sólido pero lo suficientemente flexible para adaptarse a cada individuo. Pequeños actos pueden tener un impacto positivo, equilibrando situaciones de desigualdad e injusticia y encontrando nuestro lugar en la sociedad.
Algunas sugerencias de buenas prácticas incluyen tratar a las personas desconocidas con cortesía y respeto, aprovechar la luz natural en lugar de usar electricidad siempre que sea posible, utilizar adecuadamente los recursos al cocinar y reutilizar papel antes de reciclarlo. Además, es fundamental llevar un estilo de vida saludable y sostenible que tenga un impacto positivo en nuestras vidas y en las futuras generaciones. Juntos, podemos cuidar de nuestro planeta Tierra y combatir el cambio climático.