La sanseviera es una planta que, aunque es parcialmente pequeña, como todas las otras precisa su espacio para medrar. Es por eso por lo que el trasplante es tan esencial, puesto que si no lo hiciésemos, apenas medraría y, además de esto, llegaría un instante en el que se quedaría sin nutrientes.
Mas, ¿de qué forma trasplantar sansevieria de la manera adecuada? Si bien sus raíces no son frágiles, sí es conveniente tener cierto cuidado en el momento de sacarla de la maceta y de plantarla en otra más grande.
¿De qué forma se trasplanta la sansevieria?
Ahora te explicaré de qué forma debes trasplantar tu planta sansevieria a fin de que pueda seguir con su desarrollo sin problemas:
Escoge una maceta más grande
Ha de ser una maceta que sea aproximadamente igualmente alta que de ancha, o si lo prefieres un tanto más ancha que alta. Además, debe medir por lo menos unos 7 u 8 centímetros más, tanto de diámetro como de altura, y tener por lo menos un orificio en su base (si bien mejor si tiene múltiples).
En lo que se refiere al material con el que esté hecha, no tienes de qué preocuparte. Puede ser de plástico o de barro, como prefieras. Lo que sí es esencial es lo que acabo decir: debe tener sí o sí agujeros en su base por los que pueda salir el agua.
Rellénala con sustrato para sustanciosas
Y es que la sansevieria o lengua de tigre es muy sensible al exceso de agua en sus raíces. Por eso, es muy aconsejable rellenarla con sustrato ligero que drene bien el agua y que deje asimismo al sistema radicular tener un buen desarrollo. Por todo ello, es interesante emplear un sustrato listo para las plantas sustanciosas.
Así, lo que se va a hacer va a ser echar bastante en la maceta nueva, mas teniendo presente la altura de la vieja maceta. De esta forma, vas a poder plantar tu sanseviera adecuadamente, sin que te quede ni bajísima ni altísima.

Para hacerlo bien, te recomiendo que tumbes la sansevieria sobre una mesa. Entonces, sosten la maceta con una mano, y con la otra coge la planta por la base de las hojas. Ahora, extráela cuidadosamente. Si ves que no sale, dale golpes suaves mas firmes a la maceta a fin de que el pan de tierra se ‘separe’ de tal recipiente.
En caso de que tenga raíces saliendo por los orificios, deberás ver si puedes desenredarlas; y si no, va a ser preferible romper la maceta a fin de que la planta salga sin padecer daños.
Introdúcela en la nueva maceta poniéndola en el centro
Esto es esencial asimismo, ya que todas y cada una de las raíces deben tener exactamente el mismo espacio para proseguir medrando. Mas además de esto, debes cerciorarte de que la sansevieria queda a la altura adecuada; esto es, que no queda ni bajísima ni tampoco alta respecto al borde de la maceta.
Lo idóneo es que quede solo un tanto por debajo (no más de un centímetro) a fin de que al regar el agua no se pierda, ya que si estuviese más baja las hojas podrían acabar pudriéndose.
Acaba de rellenar la maceta
Ahora lo que queda por hacer es echar más sustrato para acabar de plantarla. Eso sí, no sepultes las hojas. Estas deben quedar expuestas a fin de que puedan respirar y efectuar sus funciones con total normalidad, ya que si estuvieran bajo tierra, acabarían asfixiándose y muriendo.
Y para finiquitar, riega. Así vas a poder plantar apropiadamente tu sansevieria.
¿En qué momento trasplantar la sansevieria?

El trasplante de la sansevieria se debe hacer cuando la primavera se estabilice; esto es, cuando las temperaturas superen cuando menos los quince grados de mínima. Y es que es una planta que medra cuando hace buen tiempo, o sea cuando comienza a hacer algo de calor, de forma que es muy recomendable que el cambio de maceta se haga una vez que las temperaturas empiecen a subir.
Además de esto, hay que hacerlo solo en caso de que ya no pueda seguir medrando en la maceta en la que está. Esto lo vamos a saber o pues se le salen las raíces por los orificios de drenaje, o pues ha producido tantos hijuelos que se ha quedado sin espacio para proseguir con su desarrollo.
Así, tu sanseviera va a poder ponerse aún más bonita.