Estos dispositivos ayudan a sus usuarios a recibir la terapia que necesitan sin sacrificar su movilidad, mejorando así su calidad de vida.
El mantenimiento de una buena salud a largo plazo se sostiene sobre tres pilares fundamentales: buena alimentación, descanso y ejercicio físico regular. Sin embargo, determinadas enfermedades o condiciones, y sus tratamientos, pueden dificultarnos llevar a cabo algunos buenos hábitos esenciales para nuestro bienestar.
Por suerte, en muchos casos existen soluciones que ayudan a evitar esos indeseables efectos en la calidad de vida del paciente. Este es el caso de los concentradores portátiles.
¿Qué es un concentrador de oxígeno portátil?
Los concentradores de oxígeno son dispositivos de uso médico que se utilizan en la terapia de oxígeno. Las personas que necesitan este tipo de tratamiento son aquellas que presentan insuficiencias respiratorias, derivadas de enfermedades pulmonares.
Este tipo de pacientes deben respirar aire con concentraciones de oxígeno mayores que el aire ambiente. Los concentradores permiten que este suministro de aire sea constante, ya que son ellos mismos los que generan esta concentración extra del gas.
Al depender de estos dispositivos, muchos pacientes ven reducida su movilidad, no obstante, existen aparatos de este tipo más pequeños que permiten su transporte con facilidad.
¿Cómo funcionan?
Los concentradores de oxígeno cuentan con una bomba eléctrica que aspira el aire del ambiente y filtros que eliminan parte del nitrógeno presente. De esta forma es como se alcanza la concentración de oxígeno óptima, por encima del 21% que encontramos normalmente en el aire que respiramos. Este aire ya filtrado y concentrado es administrado al paciente mediante una cánula nasal o una mascarilla.
Los concentradores más grandes requieren estar conectados a una fuente de alimentación; no obstante, los dispositivos portátiles de este tipo van conectados a una batería.
¿Para qué enfermedades se utilizan estos dispositivos?
Se debe recordar siempre que la terapia de oxígeno sólo puede ser prescrita por un profesional. Esta puede realizarse mediante concentradores o mediante tanques de oxígeno.
Es común que este tratamiento se administre tan solo por cortos periodos, especialmente en hospitales y otros lugares del ámbito sanitario. Otras veces es necesario administrarlo durante un largo periodo de tiempo.
Estas son algunas de las principales afecciones que requieren este tipo de terapia:
- EPOC, cuyas siglas significan enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Existen dos tipos principales de EPOC: el enfisema, que afecta a los alvéolos pulmonares y la bronquitis crónica. Es común que se presenten ambas condiciones a la vez.
- Neumonía: Se trata de una infección en los pulmones. En esta situación los alvéolos pulmonares se llenan de líquido o de pus, lo que produce dificultades respiratorias.
- Covid-19: Los casos más severos pueden requerir el uso de esta terapia.
- Fibrosis quística: Se trata de una enfermedad hereditaria que afecta a diferentes órganos, pero muy especialmente a los del sistema respiratorio. Esta enfermedad facilita la presencia de otras infecciones y dificulta la respiración debido al espesor y consistencia de las mucosidades.
- Apnea del sueño: Consiste en la interrupción de la respiración durante el sueño.
- Etapa avanzada de insuficiencia cardíaca: Esta afección implica que el corazón no puede bombear la cantidad de sangre suficiente para el cuerpo y, por tanto, existe una deficiencia en el suministro de oxígeno que se debe compensar.
- Ataques graves de asma: Las vías respiratorias se inflaman y se estrechan produciendo, entre otros síntomas, problemas para respirar.
¿Cómo se puede adquirir un concentrador de oxígeno portátil en España?
Hoy en día, gracias a la venta online y a las empresas que han apostado por la venta de concentradores de oxígenos portátiles en nuestro país, disponemos de catálogos como el de www.tutratamiento.com. Esto facilita ampliamente su adquisición respecto a las décadas pasadas, cuando era necesario ir al extranjero para ello.