Combatir el ransomware: una estrategia en cuatro etapas
La pesadilla del ransomware
En la última década, el ransomware ha sido una de las mayores preocupaciones para los profesionales de la ciberseguridad en las empresas. Durante el año pasado, los ataques de ransomware fueron los más devastadores y lucrativos para las organizaciones, sin importar su industria o tamaño.
El ataque más peligroso
El ransomware es la forma más cruel y rentable de ataque cibernético. Consiste en infectar un dispositivo con malware que encripta todos los archivos, haciendo que sean inaccesibles hasta que se pague un rescate en criptomoneda para obtener la contraseña de desencriptado.
Un blanco en aumento
En los últimos años, hemos sido testigos de un incremento alarmante de ataques de ransomware dirigidos a empresas, especialmente en los sectores financiero, industrial y de salud. Estos ataques han tenido consecuencias trágicas, como la pérdida de vidas debido al control del ransomware sobre equipos médicos.
Una estrategia en cuatro etapas para protegerse
Etapa 1: Prevención
La primera etapa para combatir el ransomware es la prevención. Esto implica implementar medidas de seguridad en toda la organización, involucrando a todos los colaboradores, proveedores y cualquier persona con acceso a los recursos de la empresa.
Es fundamental garantizar la seguridad de los accesos remotos y locales, identificar y corregir vulnerabilidades, proteger la red y establecer una política de contraseñas de doble factor. Además, es necesario concientizar a los usuarios sobre las amenazas y buenas prácticas de seguridad.
Etapa 2: Preparación
En la etapa de preparación, es importante formar un equipo multidisciplinario de respuesta a incidentes, identificar los activos más críticos y desarrollar un plan de recuperación en caso de desastre. Es esencial seguir la estrategia de respaldos 3-2-1, que consiste en tener tres copias de seguridad almacenadas en dos medios diferentes, y una de ellas en un lugar externo. Además, se deben realizar pruebas periódicas de restauración para garantizar la efectividad de los respaldos.
Etapa 3: Respuesta
En la etapa de respuesta, cuando se identifica un ataque de ransomware, es vital seguir el plan de acción establecido. Se recomienda contratar a un experto en análisis forense para investigar el incidente y evaluar la posibilidad de utilizar pólizas de seguro. Además, se debe informar a todas las partes interesadas, como el consejo de administración, relaciones públicas y, en caso necesario, a las autoridades regulatorias. Si no hay respaldos disponibles, se debe tener precaución al negociar con los delincuentes y la decisión de pagar o no dependerá de la preparación realizada en las etapas anteriores.
Etapa 4: Recuperación
La última etapa es la recuperación, que puede llevar semanas o incluso meses. Durante esta fase, se lleva a cabo la desinfección y actualización del software, se verifica la presencia de otras vulnerabilidades y se restauran los respaldos y configuraciones necesarias. Es esencial documentar todas las lecciones aprendidas para evitar futuros incidentes similares.
Es importante recordar que la seguridad cibernética no es un tarea puntual, sino un proceso continuo. Siempre debemos considerar el factor humano como el eslabón más débil en la cadena de seguridad y seguir implementando medidas para protegernos de futuros ataques de ransomware.